miércoles, 7 de agosto de 2024

Como se construye una verdadera amistad

 

 En la lengua hispana la palabra “amigo” se deriva del verbo latino que significa “amar”.

 


La Biblia dice que un verdadero amigo es aquel que se adhiere más estrechamente que un hermano, es constante en su lealtad y amistad, acude en ayuda de su compañero angustiado y lo aconseja con fidelidad. (Pr 17:17.) “El mejor amigo de uno es la persona que hace que las mejores cualidades de uno se manifiesten.”

 

 Analicemos cuatro principios bíblicos que le ayudarán a ser el tipo de amigo que otros quisieran tener.

 

1. Demuestre que realmente se interesa por los demás

La amistad exige dedicación. En otras palabras, el buen amigo es el que se preocupa de verdad por uno. Pero el sentimiento debe ser mutuo; se requiere esfuerzo y sacrificio de las dos partes.

Aun así, vale la pena. Pregúntese: “¿Estoy dispuesto a dar de mí, de mi tiempo y de mis recursos a mis amigos?”. Recuerde que, para conseguir un buen amigo, primero hay que ser un buen amigo. 


2. Aprenda a comunicarse mejor

Una amistad no puede crecer si no hay comunicación. Hablo con su amigo sobre las cosas que les gustan a ambos. Escúchelo, respete sus opiniones y, siempre que sea posible, felicítelo y dele ánimo. Habrá ocasiones en las que su amigo necesitará consejo o incluso que le llamen la atención, lo cual no es fácil.

 

Sin embargo, un amigo de verdad tiene el valor de señalar las faltas cuando son graves y de aconsejar con cariño. 

3. Sea realista

Mientras más nos acercamos a una persona, más visibles son sus defectos. Nuestros amigos no son perfectos, pero nosotros tampoco. No exija perfección de ellos. Más bien, valore sus virtudes y pase por alto sus errores. 

 4. Amplíe su círculo de amistades.

Es cierto que hay que tener cuidado al elegir a los amigos, pero eso no quiere decir que solo debamos hacer amistad con personas de cierta edad o determinada educación. Si nos interesamos por gente de distintas edades, orígenes y nacionalidades, nuestra vida se enriquecerá.

 

 La Biblia dice en 1 Pedro 3:8:

“Finalmente, todos ustedes sean de un mismo ánimo y parecer, compartiendo sentimientos como compañeros, teniendo cariño fraternal, siendo tiernamente compasivos, de mente humilde”. Efectivamente, si manifiestas amabilidad, compasión, integridad moral e interés sincero en los demás, siempre atraerás amigos.

 

Así, pues, por la Biblia, la Palabra de Dios, aprendemos lo que es la amistad verdadera, que lleva a amor y promueve comunicación abierta, que trae consuelo en tiempos de dificultad y suministra oportunidades para hacer cosas para otros.

La amistad enriquece nuestra vida y la condimenta con mayor felicidad. Por eso, sea amigable... sea un amigo. Claro, para que duren las amistades hace falta esfuerzo y resolución.

 

Pero las recompensas bien valen la pena.

Si estás interesado en saber cómo conservar mejor a tus amigos o amistades, te recomiendo leer este contenido. 

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